FRUCTOKIT
La fructosa es normalmente absorbida en el intestino delgado. Si existe una malabsorción, la fructosa alcanza el intestino grueso intacta, donde es metabolizada por la microbiota. En este proceso se generan los gases hidrógeno y/o metano, que son absorbidos, pasan al torrentes sanguíneo y son transportados por la sangre hasta los pulmones, donde son eliminados con el aire espirado. Así, un aumento de la concentración de estos gases en el aliento tras la administración de fructosa indica que ésta no ha sido absorbida correctamente y, por tanto, puede existir una malabsorción o una intolerancia a la fructosa.